lunes, 27 de julio de 2009

Muro para contener el desierto


En su informe de 2007 Naciones Unidas afirmaba que untercio de la población mundial -cerca de 2.000 millones de personas- son víctimas potenciales de la desertificación.

El lento avance de la arena podría hacer que millones de personas tuvieran que desplazarse y provocaría la lucha por los recursos naturales.

Entre las áreas que podrían verse afectadas por este problema se encuentra Asia Central, China y el África subsahariana, afecta a 140 naciones.

El arquitecto mostró imágenes de un pueblo llamado Gidan-Kara, en Nigeria, que tuvo que ser trasladado por el avance de las dunas.

La construcción de un muro de 6.000 kilómetros de longitud podría ayudar a contener la expansión del desierto del Sahara.

La barrera, que se formaría solidificando las dunas de arena, abarcaría desde Mauritania, en el oeste de África, hasta Yibuti, en el este del continente.

El plan fue presentado por el arquitecto Magnus Larsson en la Conferencia anual TED Global, que se celebra en Oxford, Reino Unido.

Un estudio de Naciones Unidas de 2007 aseguraba que la desertificación es "el mayor desafío medioambiental de nuestro tiempo".

"La amenaza es la desertificación. Mi respuesta es un muro hecho con arena solidificada", explicó Larsson, quien se describe a símismo como un arquitecto de dunas.

La arena se solidificaría inundándola con bacterias, que le darían la consistencia del cemento en unas horas.

Las naciones del norte de África están discutiendo la idea de plantar árboles para crear un gran cinturón verde y prevenir la expansión del Sahara.

Una idea similar -conocida como el Muro Verde de China- también ha sido propuesta para detener el avance del desierto de Gobi.

Arena solidificada

El muro se construiría solidificando la arena.

"La idea es detener el desierto utilizando el desierto", afirma Larsson.

Los granos de arena se solidificarían utilizando una bacteria llamada Bacillus pasteurii, que se encuentra a menudo en zonas húmedas.

"Es un microorganismo que produce químicamente calcita, una especie de cemento natural", explica.

Larsson tuvo la idea de utilizar esta bacteria de un equipo de la Universidad California Davis, que ha investigado su uso para solidificar el suelo en áreas propensas a sufrir terremotos.

Cree que se podría inyectar la bacteria en las dunas a gran escala o utilizar globos gigantes que la contengan para dispersarla.

El proyecto tendría ventajas para las comunidades vecinas ya que, según Larsson, el muro podría excavarse para proporcionar sombra, refugio o una estructura para recoger agua.

En cualquier caso, el arquitecto reconoce que el proyecto se enfrenta a numerosos obstáculos "prácticos, políticos, éticos y financieros".

"Sin embargo es el inicio, es una visión. Sobretodo me gustaría que el proyecto iniciara la discusión", afirma.

viernes, 24 de julio de 2009

El gran Telescopio de las Canarias (GTC)


El GTC, cuyo diseño se inició en 1996, está ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos y fue construido por un centenar de empresas.

La entidad pública gestora Grantecan y el Instituto de Astrofísica de Canarias precisaron en un comunicado que la obra cuenta con un espejo primario compuesto de 36 elementos vitrocerámicos hexagonales de 1.9 metros de diagonal cada uno.

Al acoplarse forman una superficie equivalente a la de un único espejo circular de 10.4 metros de diámetro.

Entre otras instituciones participan en este proyecto el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, la Comunidad Autónoma de Canarias, la UNAM y el Instituto Nacional de Astrofísica, Optica y Electrónica de México.

Asimismo participan la Universidad de Florida y la Unión Europea a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional.

"El GTC constituye una poderosa herramienta con la que observar el Universo. Con ella los científicos podrán develar muchos de los secretos que permanecen aún ocultos a nuestro conocimiento", precisaron las instituciones gestoras del telescopio.

Tras el diseño y los estudios para su construcción, la primera piedra de la obra fue colocada en 2000 por el príncipe Felipe de Borbón y desde 2007 registró sus primeras imágenes de prueba del espacio.

lunes, 20 de julio de 2009

Detectan posible impacto sobre Júpiter


Desde el pasado 19 de Julio los astrónomos se encuentran intrigados al observar en Júpiter la aparición de una extraña mancha oscura en su polo sur, ya que podría tratarse de el impacto de un asteroide o un cometa.

Imágenes captadas desde varios lugares del mundo confirman la aparición de la mancha, muy similar de acuerdo al astrónomo Tonny Phillips de la NASA, a la que dejo el cometa shoemaker-Levy 9 en 1994 cuando choco contra Júpiter.

La mancha oscura sobre el polo sur de Júpiter, es más grande que la Tierra y se produce en la atmósfera gaseosa del planeta compuesta principalmente de hidrogeno. La mancha fue descubierta por el astrónomo aficionado Anthony Wesley en Australia el 19 de Julio.

El planeta Júpiter es frecuentemente golpeado por asteroides y cometas en su paso hacia el interior del sistema solar debido a su gran campo gravitacional, que desvía a estos cuerpos celestes de un posible impacto sobre planetas como la Tierra.

Solo en una ocasión ha sido posible ver uno de estos impactos desde antes de que este sucediera en 1994, cuando el cometa Shoemaker-Levy 9 antes de impactarse se fragmento en mas de 10 partes que fueron estrellándose sobre el planeta una tras otra y dejando manchas muy similares a la que los astrónomos acaban de descubrir.

La aparición de la misteriosa mancha sobre Jupiter se produce a pocos meses del año 2010, año en el que el recientemente fallecido Arthur C. Clarke escribió en su novela “2010, una odisea en el espacio” el surgimiento de una mancha oscura sobre este mismo planeta, situación que comienza a ser discutida en diversos foros de Internet, por los fans del escritor científico.

jueves, 2 de julio de 2009

El Vaticano no debe cometer el mismo error que con Galileo


Ciudad del Vaticano. La Iglesia Católica no debería temer el progreso científico y posiblemente cometer el mismo error que cuando condenó al astrónomo Galileo Galilei en el siglo XVII, dijo hoy jueves un funcionario de alto rango del Vaticano en un raro ejemplo de autocrítica.

Galileo, que vivió entre 1564 y 1642, fue condenado por la Inquisición en 1633 por asegurar que la Tierra giraba alrededor del Sol.

El Vaticano no limpió totalmente la reputación del conocido como el padre de la astronomía, hasta 1992, casi 360 años después de su muerte.

En una rueda de prensa en la que se presentaba un nuevo volumen de documentos en el caso Galileo, el monseñor Sergio Pagano, director de los archivos secretos del Vaticano, dijo que la Iglesia de hoy y los altos cargos del Vaticano pueden aprender de los errores del pasado y eliminar su falta de confianza hacia la ciencia.

"¿Puede esto enseñarnos algo hoy? Creo que ciertamente sí", dijo, en una rara muestra de autocrítica en el Vaticano.

"Deberíamos ser cuidadosos, cuando leemos las Sagradas Escrituras y tenemos que lidiar con cuestiones científicas, de no cometer el mismo error ahora como entonces”, indicó.

"Estoy pensando en células madre, estoy pensando en eugenesia, estoy pensando en investigación científica en estos campos. A veces tengo la impresión que son condenadas con las mismas ideas preconcebidas que usábamos con la teoría Copérnica", agregó.

La Inquisición, que perseguía a los herejes, condenó a Galileo por respaldar la teoría del astrónomo Nicolás Copérnico porque chocaba con lo que decía la Biblia de que la tierra estaba fija.

Pagano dijo que era necesario para los líderes de la Iglesia de hoy y los altos cargos del Vaticano que "estudien más, sean más prudentes, evalúen cosas", cuando lidien con los avances científicos.

El prelado dijo que mientras que los científicos no dan por sentado que pueden enseñar a la Iglesia sobre fe, la Iglesia no debería temer abordar asuntos científicos con "mucha humildad y discreción".

La Iglesia Católica, junto a otros grupos religiosos y defensores antiabortistas se oponen a la investigación con células madre embrionarias -que los científicos esperan que lleve a encontrar curas para enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson - porque implica destruir embriones.

Pero la Iglesia apoya la investigación con células madre adultas, que ha realizado avances en los últimos años.

La relación entre religión y ciencia ha sido tensa y espinosa durante siglos.

Por ejemplo, las iglesias cristianas fueron durante mucho tiempo hostiles a la teoría de la evolución de Charles Darwin porque entraba en conflicto con el relato bíblico de que Dios creó el mundo en seis días.