lunes, 3 de enero de 2011

Terapias, terapias por todas partes, y ni pensar en pensar.



Terapias, terapias por todas partes, y ni pensar en pensar.

Una partida de Ajedrez.
-Ran Lahva-

Imagínese que está en plena partida de ajedrez y que acaba de efectuar un movimiento.

Psicoterapeuta.

Un psicoterapeuta le pregunta:-¿qué le ha llevado a hacer este movimiento?-Bueno, quería comerte la torre-, contesta usted sin saber adónde quiere ir a parar. Mas ella seguirá haciéndole preguntas para hallar la supuesta causa psicológica de dicho movimiento, convencida de que la explicación se oculta tras la frase-quería comerme la toree-, u quizás usted termine por contarle toda la historia de su vida para satisfacer sus suposiciones. Una teoría psicológica que tuvo gran predicamento y que ahora es objeto de críticas feroces habría sugerido que su comportamiento agresivo actual-querer comerse la torre. sería fruto de alguna frustración del pasado.

Psicoanalista.

Un psicoanalista le formula la misma pregunta:-*Qué le ha llevado a hacer este movimiento?-Cuando usted conteste-Bueno, quería comerme la torre-él agregará:-Muy interesante. Ahora dígame qué es lo que le ha impulsado a decir que eso es lo que le ha obligado a hacer ese movimiento.-Puede que él vuelva a sonsacarle toda la historia de su vida, o por lo menos los capítulos referentes a los primeros años. Si aun así no se da por satisfecho, tal vez le proponga algunas razones que usted tenía pero de las que no era consciente, rematándose a su más tierna infancia. Una teoría psicoanalítica que sigue vigente a pesar de ser duramente criticada habría sugerido que su comportamiento posesivo (querer comerse la torre), es fruto de una inseguridad deprimida que tendría su origen en el desdetete.

Psiquiatra.

Una psiquiatra también le pregunta:-¿Qué le ha hecho hacer este movimiento?-Y usted vuelve a responder:-Bueno, le quería comerme la torre.-Entonces la psiquiatra consulta la última edición disponible del Diagnostic and Statistical Manual (DSM, Manual de estadística y diagnostico) hasta que encuentre el trastorno de la personalidad que se adecua mejor a los síntomas que usted presenta. ¡Ah!, aquí está:-Trastorno agresivo-posesivo de la personalidad.-Una teoría psiquiátrica que sigue vigente aunque cada vez es más censurable habría diagnosticado su comportamiento como el síntoma de una enfermedad cerebral, y usted habría recibido la medición apropiada para eliminar ese presunto síntoma.

Filósofo.

En cambio, un Filósofo más bien le preguntaría:-¿Qué sentido, propósito o valor tiene este movimiento para usted en este momento?-,y -¿Qué relación tiene con su siguiente movimiento?-,y-¿Cómo describiría usted su posición general en esta partida y cómo cree que podría mejorarla?. El filósofo contempla su movimiento no como el mero efecto de una causa anterior, sino como algo significativo en el contexto actual de la propia partida, y también como una posible causa de efectos futuros. El filósofo reconocerá su libre albedrío en los movimientos que efectúa y estimará la causa del movimiento elegido confiriéndole toda la importancia que revista, pero no por ello convertirá en el punto clave de la cuestión que le preocupa.

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