martes, 8 de febrero de 2011

¿Cómo perdieron las patas las serpientes?


La muestra, hallada en Líbano, es uno de sólo tres ejemplos que se conservan de una antigua serpiente con huesos de las patas.

Aunque una pata trasera se ve claramente, los investigadores tuvieron que utilizar una nueva técnica de rayos X para examinar otra pata oculta dentro de la roca fosilizada.

En un artículo publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology, el equipo dice que la serpiente data de una fase temprana de la pérdida de extremidades.

Las imágenes en 3-D de alta resolución de los científicos sugieren que a esta especie en particular, Eupodophis Descouensi, las patas le crecían más lentamente, o por un período de tiempo más corto.

Pata escondida.


Se trata de una conclusión a la que se llegó sólo después de haber visto todos los huesos ocultos dentro de la piedra caliza y de haber determinado que a pesar de que la criatura tenía los huesos del tobillo, en realidad no tenía ni pies ni los huesos del dedo del pie.

"Este estudio revela el grado de regresión de las patas", dijo Alexandra Houssaye, investigadora del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) de París, Francia.

"Esto no podría haberse visto tan claramente basándonos sólo en el fragmento visible, ya que algunos pequeños huesos como los del tobillo y el pie podrían haberse roto o desplazado de la superficie. Sin embargo, como la segunda pata quedó preservada en la roca, ahora podemos estar casi completamente seguros del grado de reabsorción de la pata"dijo Houssaye.

La evidencia actual sugiere que las serpientes comenzaron a desarrollarse hace menos de 150 millones de años.

¿Mar o tierra?
Dos teorías compiten. Una apunta a un origen terrestre en el cual los lagartos comenzaron a cavar y a medida que se adaptaron a su existencia subterránea sus patas se redujeron y desaparecieron: primero las extremidades delanteras y luego las posteriores.

La segunda teoría considera que el origen proviene del agua, es decir, de los reptiles marinos.

Esto hace que las pocas serpientes bípedo existentes en el los registros fósiles sean muy significativas, ya que podrían dar las pistas para resolver el debate.

Pero Houssaye dice que la Eupodophis Descouensi por sí sola no puede resolver esta duda.

"Este estudio no nos permite elegir una de las dos hipótesis", le dijo a la BBC. "De hecho, no tendremos una verdadera respuesta en los próximos diez años".

"Es por eso que nuestro papel ahora es tratar de obtener toda la información posible de los escasos restos fósiles importantes que tenemos. Los fósiles de serpientes con extremidades posteriores son clave en este debate y es por eso que realmente necesitamos estudiarlos en detalle".

La BBC estuvo con la Dra. Houssaye en 2008 cuando llevó el fósil al Laboratorio Europeo de la Radiación del Sincrotrón (ESRF, por sus siglas en inglés) en Grenoble, Francia.

Esa máquina produce un haz brillante de rayos X que puede perforar casi cualquier material, revelando su estructura interna con un grado de detalle excepcional

Rayos X.


Para este estudio, sujetaron el fósil de la serpiente a una tabla inclinada y la colocaron frente al haz de rayos X.

En un proceso conocido como laminografía computarizada, se produjeron cientos de imágenes en 2-D que a continuación se combinaron, con la ayuda de un algoritmo inteligente, en una detallada imagen en 3-D.

La Eupodophis Descouensi medía poco menos de un metro. Se cree que se deslizaba por el suelo durante el Cretácico Tardío, cuando los dinosaurios todavía deambulaban por la Tierra.

Es poco probable que el animal usara las patas para desplazarse, aunque es posible que le sirvieran para alguna otra función.

En algunas serpientes modernas, como las boas y pitones, se advierten unos pequeños "espolones" cerca de sus extremos posteriores, que ellas usan como pinzas durante las relaciones sexuales.

El fósil Eupodophis descouensi fue desenterrado cerca de la aldea libanesa de Al-Nammoura y fue descrito por primera vez en 2000.

Sus restos están diseminados en el interior de dos caras de un bloque de piedra caliza fina que se ha roto.

Una parte de la columna vertebral no está, y en el proceso de fosilización la parte trasera - con las patas - se desprendió y quedó cerca de la cabeza.

"Va a ser interesante compararla ahora no sólo con otros ejemplares de fósiles, sino también con lagartos y serpientes vivos que posean una regresión en partes como la pelvis y las extremidades", explicó Houssaye.

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